Fotografias

Este es un tema que teníamos pendiente y que nos ha dado pie a tratar dos, a nuestro parecer, magnificas e interesantes exposiciones que se exhiben estos días en Madrid.

Una de ellas nos muestra la obra de un fotógrafo que refleja arquitecturas como Julián Shulman, del que ya hablamos en la entrada “Visual Acustics”, en sala de Exposiciones Canal en la calle Santa Engracia; además para los que no conozcan el espacio es muy recomendable, pues se trata de un antiguo deposito de agua del Canal de Isabel II.

La otra es la dedicada a Félix Candela, arquitecto organicista español (1910- 1997). Una muestra que pretende dar a conocer sus trabajos y sus principales fuentes de inspiración pero que al mismo tiempo quiere poner de relevancia aspectos menos conocidos de esta personalidad, como su carácter autodidacta. Una buena oportunidad para entender sus preferencias estéticas y de materiales de construcción, sobresaliendo entre ellos el hormigón armado, una constante en su obra. (En el Cuartel del Conde Duque)

La fotografía de arquitectura e interiores es un género con unos limites poco definidos. Tras ese nombre podemos englobar desde las fotografías que se realizan con una función básicamente instrumental, como una tarea de documentación o ilustración, hasta el desarrollo de una obra centrada en la mirada personal y creativa del fotógrafo.

Hacia finales del siglo XIX, la fotografía arquitectónica se convirtió en una especialidad cuyo objetivo era documentar la obra de un arquitecto para una publicación u otras finalidades.

Desde los inicios de la historia de la fotografía, la arquitectura ha sido el mejor aliado del fotógrafo. Por sus características físicas, los edificios –estáticos y a la vez animados por la luz natural que les baña según el momento- eran un tema mucho más fiable que la figura humana.

Posteriormente, cuando los medios técnicos permitieron plasmar satisfactoriamente temas animados este interés disminuyó.

A pesar de ello la fotografía de exteriores e interiores de edificios singulares sigue siendo una práctica común entre los creadores, y muchos artistas visuales colaboran a menudo con los arquitectos. No hay probablemente mejor metáfora de la modernidad que las obras arquitectónicas celebres.

Una buena imagen puede ayudar, y mucho, a comprender y realzar la obra de un arquitecto o un interiorista y al revés, puede hacer que ésta resulte confusa o poco atractiva y no invite a conocerla en la realidad ya que no siempre una fotografía nos da a entender el espacio o el ambiente que intentan reflejar, hay fotografías buenas y bellas pero que distorsionan el entendimiento de dicho espacio o ambiente.

A lo largo de la historia todas esas imágenes han registrado el crecimiento de las urbes, las nuevas edificaciones, la permanencia y representatividad de los viejos edificios, el auge y el impacto de la arquitectura moderna, algunas extravagantes edificaciones, las zonas residenciales, el tejido comercial e industrial de las ciudades, etc. Y nos han permitido conocer también, a través de los ambientes, mobiliario u objetos de hogares, comercios o centros de relación social y según el estrato social que se retratara o la moda del momento, los usos y costumbres, la forma de vida en general de los habitantes de esas ciudades y edificios.

Por otro parte y como publico en general estamos muy acostumbrados a ver el espacio atrapado a través de un objetivo y por ello en demasiadas ocasiones ya no damos a esas imágenes la importancia que merecen.

Nosotros por nuestra parte y a través de las imágenes que ilustran nuestras entradas sólo pretendemos utilizar la fotografía como forma de dar a conocer espacios y arquitecturas que nos parecen interesantes, bellos o curiosos. Algunas de ellas son ya conocidas por el publico en general o por los profesionales en particular, pero que nosotros traemos hasta aquí porque se trata de imágenes que en muchas ocasiones nos sirven de inspiración y de motivación a la hora de enfrentarnos a nuestros retos profesionales.

Las imágenes que acompañan esta entrada son de la mencionada Sala de exposiciones del Canal restaurada y rehabilitada a mediados de los años ochenta por los arquitectos Javier Alau y Antonio Lopera que realizaron una intervención ejemplar adecuando el espacio interior del depósito a las exigencias de una magnífica Sala de Exposiciones.