Pero esto también puede ser peligroso, cuantas veces hemos visto una pequeña tienda que funciona y que por realizar un crecimiento a destiempo, mal situado, o sin estar lo suficientemente arraigada, acaba cerrando todos sus puntos de venta.
En las tiendas tradicionales, los inicios se realizan con los propietarios en el establecimiento, dando valor añadido con una buena atención personalizada (Como dice el refran el ojo del amo engorda el ganado), cuando se plantea la expansión, ya sea por necesidad o inquietudes, hay que tener algunos temas presentes.
Nuestra tienda tiene que tener valor por ella misma, diferenciada y con un ciertas caracteristicas, independientemente de la persona que se encuentren al frente. Este punto es importante pues sabemos que de la atención de las mismas va a depender que la venta vaya mejor o peor, pero no va a ser el valor identificativo.
Hay que tener un buen estudio de gestión que vaya desde las compras o fabricaciones a la gestión.
Cuando la rentabilidad de la misma depende del empresario o propietario es síntoma que el negocio no es un negocio ampliable y es un estilo diferenciado pero difícilmente expandible como cadena, esto sobre todo lo vemos en muchos pequeños bares y restaurantes.
Para plantearse una expansión o franquicia no vale cualquier cosa, tienen que ser establecimientos en los que no importa quien hay detrás de cada establecimiento, pero lo que si importa es el concepto de negocio existente. El cliente se enamora del producto y concepto de establecimiento, pero no importará para la sostenibilidad el hecho de que las personas que están detrás del establecimiento vayan cambiando.
Para crecer hay que tener varias cosas suficientemente claras:
• Concepto de negocio atractivo y diferenciado
• Producto atractivo
• Procesos de actuación estandarizados
De estos puntos, la estandarización de procesos es lo que nos va a dar la clave para nuestra expansión.
Una pieza clave es la realización de un manual tanto de imagen, como veíamos en las entradas sobre imagen corporativa, como de tipos de procesos, para hacer que todas nuestras tiendas guarden la misma personalidad y sean fácilmente identificables por el cliente y que el cambio de personal no afecte a nuestro negocio.
Si queremos crecer no podremos estar en todas partes y llevarlo todo, se tiene que delegar para dedicarse a las nuevas responsabilidades y necesidades que va a tomar el negocio, o si no queremos crecer, saber que el negocio es rentable después de nosotros para la persona que lo continué, familiares o para otra persona. Porque si se vende el negocio, para valorarlo tiene que tener un valor por si mismo, aparte del local en que se encuentre, y saber que va a funcionar más o menos bien dependiendo de la persona al frente.
Sobre como afecta las diversas generaciones de una familia a los negocios familiares hablaremos en otra entrada, pero adelantamos que muchas veces estos suelen desaparecer en la tercera generación.
Hacer de un establecimiento un negocio es cuestión de pensar mas allá y a lo grande, para por lo menos quedarte en un punto intermedio.
Las imagenes que ilustran esta entrada corresponden al Salon de Peluqueria NAFI en Basilea Suiza, diseñado por ZMIK STUDIO.
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